La COP27 ha dejado alguna luz y bastantes sombras en el horizonte. El gran avance medioambiental de esta cumbre ha sido -tras décadas de intentarlo-, la creación de un fondo de “Pérdidas y daños” que brindará alivio a los países vulnerables más afectados por los desastres climáticos como consecuencia del calentamiento global. Sin duda, es un paso importante hacia la justicia climática, dado el desequilibrio entre los principales países emisores y los países en desarrollo que sufren los peores impactos del cambio climático.
Es cierto que habrá que esperar a la próxima edición de la COP28 para ver cómo se materializa, ya que no está claro quiénes serán los beneficiarios, así como los contribuyentes ni sus aportaciones. Según comenta Nemesio Fernández-Cuesta en su artículo, China es el primer emisor del planeta, y ha señalado que, como país en vías de desarrollo, no tiene por qué contribuir. Estados Unidos, segundo emisor, ha subrayado que el acuerdo final de la cumbre no supone una obligación legal. Cabe añadir que, con la nueva mayoría republicana en el Congreso, la aprobación de una aportación a un fondo para paliar las consecuencias del cambio climático en países terceros es una entelequia que acabará, en el mejor de los casos, en el limbo de los justos.
El objetivo de 1,5ºC está en peligro
La mala noticia es que el objetivo de 1,5ºC establecido en París en 2015, y acordado por todos los participantes, está en peligro. Según las proyecciones de la organización Climate Action Tracker, actualmente, la temperatura del planeta ya ha subido 1,2ºC respecto a la etapa preindustrial y, solo si se cumplen todos y cada uno de los objetivos anunciados, el aumento a finales de siglo podría limitarse a 1,8ºC, no lejos del objetivo del 1,5ºC fijado en el Acuerdo de París. Ese es el escenario optimista. En el otro extremo, si seguimos con las políticas desarrolladas hasta ahora, el termómetro se disparará 2,7ºC, que es, seguramente, a lo que se refería António Guterres, secretario general de la ONU, cuando dijo en la cumbre de Egipto que avanzamos “hacia el infierno climático”.
En este sentido, hay que hacer mención de la brutal, y quizás realista, portada de “The Economist”:
“The Economist” argumenta que se necesita más realismo, porque en París se adoptó un objetivo sin tener un plan detrás y su logro no es realista, ya que las emisiones siguen aumentando. El artículo concluye que «Sobrepasar 1.5 °C no condena al planeta. Pero es una sentencia de muerte para algunas personas, formas de vida, ecosistemas, incluso países. Dejar pasar el momento sin pensar mucho sobre cómo poner al mundo en una mejor trayectoria sería firmar aún más sentencias de muerte».
La COP27 en el ámbito de la edificación y el FM
El texto final del acuerdo firmado no contiene ninguna mención al entorno constructivo y de la edificación. Las emisiones operativas del entorno construido aumentaron un 5 % en 2021 en comparación con 2020. A diferencia de la COP26, no hubo un día dedicado al entorno constructivo. Sin embargo, hubo más de 200 eventos y varias iniciativas climáticas nuevas lanzadas en la COP27. Debido a que ahora se reconoce ampliamente que el entorno de la edificación es responsable de, aproximadamente, el 38 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el foco en el entorno constructivo no disminuirá y las acciones e iniciativas seguirán evolucionando. Muchos esperan que el entorno de la edificación ocupe el lugar que le corresponde en la agenda principal de la conferencia y que se preste una atención muy necesaria a esta parte clave de nuestra economía global y, de hecho, a nuestra forma de vida colectiva.
En este sentido, el sector del Facility Management tiene un papel crucial en descarbonizar los edificios en la lucha contra el cambio climático. Este es un viaje que debemos emprender juntos como sector si queremos movernos a la velocidad y escala requerida por la ciencia y la economía.
Desde Optima, queremos invitar a todas las personas a que demos un pasito más en nuestro activismo climático, con la esperanza de impulsar la acción colectiva desde todas las dimensiones, incluyendo nuestro poder y responsabilidad como consumidores.
Ignasi Casamada Bragulat
Co-Founder & CEO de Optima facility