El último informe del organismo científico de la ONU sobre el cambio climático -el IPCC-, revela hallazgos tremendamente tangibles e implicaciones muy relevantes. Este último informe de evaluación del IPCC – también conocido como AR6 -, pone claramente de manifiesto, en base a datos científicos, que “la ventana de oportunidad para asegurar un futuro habitable se está cerrando rápidamente y algunos impactos ya son tan graves que no se pueden adaptar”.
Algunos de los principales mensajes son:
- Actualmente, estamos alrededor de 1,1 °C de calentamiento global, y con las políticas climáticas actuales, se prevé que las temperaturas medias globales superen, al final de siglo, los 3°C, que es a lo que se refería Antonio Guterres, secretario general de la ONU, cuando dijo que avanzamos “hacia el infierno climático”.
- Para mantenerse dentro del límite de 1,5 °C establecido en informes anteriores como el nivel objetivo de calentamiento «seguro», las emisiones deben reducirse al menos un 43 % para 2030 en comparación con los niveles de 2019.
- Los impactos climáticos adversos ya son más extremos y de mayor alcance de lo previsto. Regiones enteras se enfrentan o se acercan rápidamente a límites ‘duros’ de adaptación, donde los impactos climáticos son tan frecuentes y severos que las estrategias de adaptación existentes son insuficientes para evitar pérdidas y daños por completo.
- Estas pérdidas y daños afectarán de manera desproporcionada a las poblaciones más pobres y vulnerables, en particular las de África y los países menos desarrollados, creando más pobreza y tensiones geopolíticas.
- No hay futuro para el carbón, el petróleo o el gas: el mensaje es claro, debemos dejar de quemar combustibles fósiles lo más rápido posible
No queda más tiempo que perder
Los compromisos climáticos nacionales y corporativos se han ampliado y aumentado en ambición en los últimos años. Sin embargo, el informe encuentra que las promesas y las políticas siguen siendo extremadamente insuficientes. Necesitamos duplicar, e incluso triplicar, la velocidad actual de descarbonización. Con 3 mil millones de personas que ya viven en áreas ‘altamente vulnerables’ al cambio climático, no queda más tiempo que perder.
Los gobiernos, la sociedad y, sobre todo, las compañías pueden liderar el camino en la transición climática. A nivel corporativo, las compañías deben rápidamente poner el foco en aquellas iniciativas con capacidad de reducir las emisiones operativas con un bajo coste y alto impacto, que mejoren la eficiencia energética y reduzcan los costes. Al integrar datos de energía y emisiones con datos operativos y financieros, pueden identificar aquellas iniciativas con beneficios inmediatos. Para ello, es necesario la colaboración con la cadena de valor y socios industriales para encontrar soluciones innovadoras a los desafíos de cada sector.
Cada vez que demoramos la acción, las medidas correctivas y adaptativas se vuelven más difíciles y costosas. Y por cada fracción de grado de calentamiento adicional, peores son los impactos. Si actuamos ahora, aún podemos asegurar “un futuro sostenible y habitable para todos”.
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Ignasi Casamada Bragulat
Co-Founder & CEO de Optima facility